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Se acerca el día de la ceremonia y los nervios son cada vez más. Quieres que todo salga realmente perfecto, pero la falta de tiempo y el estrés te están jugando una mala pasada. Sucede que al tomar las riendas de la organización, puede ocurrir que se te pasen de largo ciertos detalles y que tu novio, familiares y amigos padezcan las consecuencias. Aquí repasamos algunos comportamientos y decisiones que debes evitar si no quieres convertirte en una novia odiosa.
1. Evita hablar todo el tiempo de la boda
Probablemente estés obsesionada con tu casamiento y no se te ocurra mejor tema de conversación. Sin embargo, puede que tus familiares y amigos estén un poco cansados de escuchar cómo lidias con el catering o el servicio de decoración. Cuando te pregunten cómo marcha todo, evita los monólogos y responde con una o dos frases: de esta manera, no fastidiarás a los futuros invitados y podrás relajarte, aunque sea un poco.
2. No descuides a tu pareja
¿Desde que te ocupas de la boda ya no estás disfrutando de momentos junto a tu novio? Quizás sea hora de parar. Que un factor externo repercuta en la relación puede ser un indicador de que a la larga se le dará mayor prioridad a este tipo de presiones que a la pareja. Por eso, hazte tiempo para cenar con él, mirar una película o disfrutar de la forma que siempre les gustó. Lo ideal es que no estén hablando constantemente de la ceremonia, sino que comiencen a visualizar cómo será su vida juntos.
3. Acepta que te ayuden
Planificar una boda sin descuidar la rutina diaria -pareja, amigos, estudio o trabajo- puede ser realmente difícil. Por eso, no dudes en pedir ayuda para la organización: muchas personas estarán felices de acompañarte en este momento. Armar las tarjetas, pensar en la música y comprar cotillón pueden ser tareas mucho más fáciles y divertidas si se realizan en grupo. Además de fortalecer la relación, aceptar la colaboración de tus seres queridos te dará más tiempo para terminar con los detalles.
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4. Cuidado con convertirte en una diva
Todos saben que en el evento tú y tu pareja serán los protagonistas. Por eso, no es necesario que intentes todo el tiempo llamar la atención: este comportamiento puede irritar a muchos de tus invitados.
Algo frecuente de quienes tienen aires de diva es ser descortés con las damas de honor, exigiéndoles un atuendo costoso y, en muchos casos, hasta ridículo. Hablen juntas acerca de qué es lo que ellas quieren y el día de la ceremonia no abuses de su paciencia y amabilidad.
5. Elige una fecha conveniente
Muchas parejas eligen fechas simbólicas para su boda, como por ejemplo el día de su aniversario. Sin embargo, debes ser cuidadosa en esta elección, dado que tus invitados probablemente no se sientan muy a gusto teniendo que dejar de lado sus vacaciones o poniéndose un vestido en pleno invierno para respetar la tradición.
Sé amable con la fecha que escojas: evita los meses de clima frío, los fines de semana largos, los días de importantes eventos deportivos o de celebraciones familiares, como Navidad o Pascua.
6. No escojas un destino difícil
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Hacer una fiesta en la playa o en el medio del campo puede ser innovador, divertido y también una verdadero inconveniente. Al elegir un lugar que demande demasiado viaje o que resulte de difícil acceso, probablemente muchas personas no puedan asistir -en especial las familias numerosas-.
Si aún así quieres hacer la boda fuera de tu ciudad, envía el aviso con suficiente antelación. Además, debes proporcionar con las tarjetas información exacta sobre el destino -puede ser a través de mapas- y, en caso de ser posible, ofrecer un medio de transporte para aquellos que no tienen cómo desplazarse.
7. Arma las mesas a conciencia
Esto es fundamental para que tus invitados pasen una noche agradable. Lo mejor es unir a grupos que sabes que se llevan bien. Si todos no entraron en una mesa, al menos distribúyelos en el mismo sector para que puedan inclinarse e interactuar desde su lugar: de lo contrario, tendrás a la gente caminando por los pasillos en los momentos claves de la fiesta.
Si crees que dos personas no se llevan bien, ponlos en mesas separadas. Ante la duda, siempre es mejor prevenir para que nadie pase un mal momento.
¿Qué opinas de estos consejos para ser una novia más amable?, ¿se te ocurre alguno más? Te invitamos a compartirlo aquí abajo.